«Acaricio el color de tu sonrisa, respiro la poesía de tu alma…»
La aromaterapia es el uso de los aceites esenciales extraídos de las distintas partes de las plantas (hojas, tallos, flores, corteza, resinas, maderas…) como terapia a distintos niveles : físico, emocional y psíquico
Podemos aplicar los aceites esenciales de diversas formas: inhalación, difusión, en baños, masajes, cosmética y vía interna (siempre bajo las indicaciones de un especialista).
En cuanto a la belleza el uso de la aromaterapia es muy potente, no sólo por sus propiedades en la piel, si no por sus multiples efectos a todos los niveles.
Los aceites esenciales siempre deben aplicarse diluidos nunca directamente sobre la piel, salvo algunas excepciones como la lavanda o el árbol de té que pueden aplicarse de forma localizada. Tenemos que tener precaución con los que son fotosensibles (limón, naranja, Bergamota, pomelo, mandarina), ya que pueden ocasionar manchas en la piel si después de aplicarlos exponemos la piel al sol.
Algunos de los aceites esenciales que podemos utilizar para la belleza de nuestra piel son:
Lavanda (Lavandula angustifolia): regenerador cutáneo, potente cicatrizante, alergias y pieles delicadas, infecciones la piel, dermatitis heridas, ulceras.
Calmante, sedante, antidepresivo; trastornos del sueño, nerviosismo, ansiedad; hipotensor; antimicrobiano y antiseptico
Espliego (Lavandula latifolia): Regenerador cutáneo, calmante;quemaduras, heridas, acné,infecciones de la piel, cicatrizante, picaduras de insectos. Infecciones de las vías respiratorias, migrañas..
Árbol de té (Malaleuca Alternifolia) Es uno de los aceites más populares debido a sus múltiples usos. Entre sus propiedades principales son: fungicida, antiséptico, antibacteriano, antihongos, antiviral
Ylang Ylang (Cananga Odorata): Afrodisíaco, antidepresivo, relajante nervioso, reduce el estrés; hipotensor, sedante. Calma el sistema nervioso y el estrés, ayuda a conciliar el sueño.
Sándalo (Santalum album) : Arrugas, cuperosis, piel cansada e inflamada, regenerador cutáneo. Nerviosismo, Impaciencia, sedante, calmante,
Incienso(Boswellia Carterii):Regenerador, antiinflamatorio, fungicida; cicatrizante; antibacteriano; depura la piel en profundidad. Aroma dulce, cálido y balsámico. Favorece la meditación y la concentración; favorece la respiración y calma el estrés y la ansiedad.
Rosa (Rosa Damascena): Regenerador celular, rejuvenecedor, tonificante, suavizante, antiedad, antioxidante, cicatrizante, antiinflamatorio. Antidepresivo, afrodisiaco, calmante, equilibra el chakra corazón.
Jara del Ládano (Cistus Ladaniferus): Antiarrugas, cicatrizante, bactericida, reafirmante, astringente, antiséptico, regenerador y tonificante. Neurotónico. Propiedades relajantes, ayuda a superar la ansiedad y el insomnio.
Los aceites esenciales no pueden faltar en nuestros rituales de belleza ya que enriquecen no solo nuestra piel y nuestro cuerpo, sino que través del olfato nos transportan al alma de las plantas y las flores conectando nuestro espíritu con su delicada esencia.